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Una misión que florece con amor: emotiva despedida a Sor Maribel Soto en Iquique
- Por Periodista
- En: Noticias provinciales
- Publicado 26 Jul 2025
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El pasado 26 de junio, la comunidad educativa del Liceo María Auxiliadora de Iquique vivió una emotiva jornada para despedir a Sor Maribel Soto Velásquez, quien ha sido enviada a una nueva misión en Ecuador, llevando consigo el espíritu salesiano y el cariño de toda una comunidad que fue testigo de su entrega, fe y ternura firme.
La actividad, bajo el lema "Una misión que florece con amor", comenzó con un recorrido simbólico transmitido en directo desde distintos patios del colegio, donde Sor Maribel fue sorprendida por emotivos gestos y palabras de gratitud ofrecidas por exalumnas, representantes del Centro de Padres, Centro de Estudiantes y la comunidad religiosa. Acompañada por estudiantes caracterizadas como El Principito y el Zorro, recibió rosas y corazones como símbolos del amor cultivado durante su permanencia en la institución.
La ceremonia principal se desarrolló en el salón auditorio, donde locutores guiaron el momento con palabras llenas de significado, recordando que “no es una despedida, sino un envío”, y que la huella que deja Sor Maribel permanecerá viva en cada rincón del liceo. Se proyectó un video homenaje, se ofrecieron cantos, bailes y un profundo gesto simbólico: el camino de velas, que ella recorrió en silencio, mientras sonaba la canción "Sin Miedo", símbolo de confianza y fe en el nuevo camino que inicia.
Uno de los momentos más solemnes fue la bendición del Señor Obispo, seguida de interpretaciones musicales y un baile inspirado en el Magnificat, como expresión de gratitud y reconocimiento por una vida ofrecida al servicio.
El acto concluyó con una procesión hacia la Gruta de María Auxiliadora, donde Sor Maribel fue confiada a la protección de la Virgen, en un gesto profundo de despedida espiritual. “Gracias por acompañarnos con tu amor. Vuelve siempre. Aquí estará tu rosa”, fueron las palabras finales que resonaron entre emociones y aplausos.
¡Gracias, por tanto, hermana! Que la luz de María te guíe y el amor sembrado aquí florezca también allá, donde el Señor te espera.
Fuente: Ecos Iquique
