Con gratitud y esperanza, la comunidad del Liceo Santa Teresita despide a Sor Silvia Barañados
En un clima de profunda fe, gratitud y espíritu de familia, la comunidad educativa del Liceo Santa Teresita de Talca se reunió para celebrar una Eucaristía de despedida en honor a Sor Silvia Barañados Dávila, quien, tras seis años de servicio generoso y comprometido, ha sido enviada a una nueva misión dentro de su vida religiosa.
La celebración fue un espacio de encuentro marcado por signos, gestos y palabras que reflejaron el camino compartido. Desde una ambientación sencilla y progresiva del altar, como símbolo del caminar comunitario, hasta cada oración y ofrenda, todo invitó a reconocer la presencia de Dios en la historia vivida junto a Sor Silvia.
Durante la liturgia, se destacó su testimonio cercano, alegre y firme, vivido al estilo de Santa María Mazzarello, acompañando con sencillez y convicción a estudiantes, educadores y familias. La Palabra proclamada iluminó este momento de despedida, recordando que todo tiene su tiempo y que el amor vivido en el servicio deja frutos que permanecen.
Uno de los momentos más significativos fue la presentación de las ofrendas, cargadas de sentido y memoria: la imagen de las dos sedes del liceo como signo de unidad; el proceso de unificación del Colegio María Mazzarello y el Liceo Santa Teresita de Talca, proceso que Sor Silvia lideró; la llave simbólica del establecimiento, en representación de la confianza y responsabilidad asumidas; la luz del cirio como huella viva de su paso; y los gestos profundamente humanos de su familia y de exestudiantes, testimonio de una misión que trasciende generaciones.
Las palabras de agradecimiento de don Pedro Rosales Villarroel, Director Pedagógico, junto al mensaje final de Sor Silvia, permitieron expresar con emoción aquello que muchas veces no alcanzan a decir las palabras: el valor de una presencia que educa, acompaña y anima desde la fe.
La celebración concluyó con un gesto simbólico de gratitud y envío, reafirmando que, aunque los caminos cambien, el lazo que une a Sor Silvia con el Liceo Santa Teresita permanece vivo en la oración, la memoria agradecida y el compromiso de seguir construyendo comunidad al estilo salesiano.
Como familia educativa, damos gracias a Dios por su vida y misión, y encomendamos a Sor Silvia a María Auxiliadora, para que la acompañe y fortalezca en este nuevo comienzo.